Esta planta originaria de América tropical es fácilmente distinguible por su reacción al mínimo tacto (dobla sus hojas, se desmaya) desarrollada como defensa ante los depredadores, ya que aparenta una planta marchita.
Una característica muy notable es que al mínimo toque de sus hojas (compuestas por numerosos foliolos) las mismas se contraen sobre el tallo como si se cerraran, con un mecanismo en la base, al mismo tiempo los tallos menores se dejan vencer por el peso, además tienen hermosas flores rosadas.
Estos movimientos lo realizan también durante las noches, los movimientos nocturnos de las hojas se conocen como nictinastias y son un ejemplo bien descrito de un ritmo circadiano vegetal regulado por la luz.
Cultivo: Teniendo en cuenta las características de su hábitat y el clima de Ecuador se recomienda:
- Las hojas en forma de helecho, se encogen al ser tocadas y gastan energía, es recomendable no jugar con ellas muy seguido.
- Cuidado con el humo. Si fumas hazlo lejos de esta planta, es especialmente sensible al mismo.
- Las hojas permanecen plegadas durante la noche, cuando hace mucho calor o viento, no hay que preocuparse.
- Es apta para cultivo en interiores (puede convertirlas en hermosos bonsái), aunque necesitan mucha luz solar indirecta (6 horas de luz no artificial).
- Son plantas sensibles a las heladas pues no soportan mínimas inferiores a 13 °C.
- Los ejemplares cultivados en maceteros deben de regarse abundantemente cuando están en pleno desarrollo.
- Necesitan suelos fértiles, se puede fertilizar durante el periodo de crecimiento y floración.
- Es una planta de raíces muy grandes, es bueno tenerla en macetas muy grandes.
- En ocasiones requiere tutores para su desarrollo.
- Aunque las hojas estén secas, se caerán solas, no podarlas.
- Les gusta alto porcentaje de humedad, aunque no es una obligación.